El restaurante flotante “El Atracadero” regresó por fin al puerto de Tuxpan, su lugar de origen, luego de una odisea que lo llevó a recorrer cientos de kilómetros por mar y tierra.

Durante la madrugada de este miércoles, el peculiar establecimiento que se había vuelto viral tras desprenderse de su amarre el pasado 10 de octubre fue reinstalado en la orilla del río Tuxpan, exactamente en el punto donde operaba antes de su inesperado viaje.

La historia de “El Atracadero” cautivó a miles de personas luego de que las fuertes lluvias y la crecida del río lo arrastraran mar adentro.

Videos compartidos por pobladores mostraban cómo la estructura se alejaba lentamente hasta desaparecer en el horizonte, iniciando una travesía que pocos imaginaron tendría un final feliz.

Una semana después, el 17 de octubre, los restos del restaurante fueron hallados frente a las costas de Coatzacoalcos, a más de 500 kilómetros de distancia.

En redes sociales, los internautas bautizaron al lugar como “el restaurante viajero”, convirtiéndolo en un fenómeno nacional por la singularidad de su odisea flotante.

Tras su rescate y reparación parcial, “El Atracadero” emprendió un segundo viaje, esta vez por tierra, en la que recorrió aproximadamente 581 kilómetros desde el litoral de Coatzacoalcos hasta su puerto natal.

Durante su traslado, muchos tuxpeños siguieron su regreso con emoción, compartiendo imágenes y mensajes de bienvenida.

Ahora, con su estructura recuperada y los trabajos de refuerzo en marcha, los propietarios confían en reabrir sus puertas en las próximas semanas.

Su retorno no solo simboliza la resiliencia de un negocio local, sino también el espíritu marinero de una comunidad que vio zarpary regresar a su restaurante más famoso.

Así, “El Atracadero” vuelve a flotar en aguas tranquilas, dispuesto a escribir un nuevo capítulo después de haber sido, literalmente, el restaurante que viajó por el Golfo de México y encalló en Coatzacoalcos.